Elmar Salmann: «necesidad de otra imagen de Dios»

 

     Conocí al Profesor Elmar Salmann hace varios años, y fue uno de los que me inspiraron, por medio de sus clases y conversaciones, a crear este espacio dedicado a la investigación de una posible fenomenología de la espiritualidad humana. Recuerdo con profundo respeto y admiración al profesor Salmann, quien, desde su brillante y audaz visión de la vida, de la teología, de la filosofía, del pensamiento occidental, y de los más variados temas, me incitó a no quedarme solamente con lo que los textos oficiales de la religión cristiana me ofrecían.

     Desde hace algunos años he descubierto y experimentado que un conjunto de creencias, teorías y dogmas no son suficientes para mi camino interior. Considero que sólo un camino profundamente espiritual regido por el silencio, la paz, la compasión, la austeridad, y metódicas prácticas ascéticas e intelectuales, puede llevarme a un real encuentro con esto que soy como ser consciente de ser sentiente, y posiblemente a tener una Experiencia profunda del misterio de ser ser humano en camino. En dicho camino está la posibilidad de ir más allá de los deseos ilegítimos (disfrazados como legítimos) con que la vida nos ha «ilusionado», o como decía Shankara, el fundador del Avadaita-Vedanta, «la vida nos ha hechizado»; y descubrir que podemos llegar a la «emancipación» sólo liberándonos de todo aquello que creemos nos hace «personas».

     Siempre ha sido una inquietud en mi camino de búsqueda intentar aprehender desde mis categorías el «misterio». Y me he dado cuenta que ser un humano religioso requiere de sentido común en relación con las religiones. Los cristianos hablan del «Dios personal», un «Dios» que se ha encarnado para llevar al ser humano creyente a descubrirse tocado y llamado a una vida más profunda. Pero este «Dios personal» se presenta como problema para el ser humano creyente de la actualidad. Al respecto, Elmar Salmann en su libro Passi e passaggi nel Cristianesimo. Piccola mistagogia verso il mondo della fede, nos ilustra acerca del mundo de hoy, y nos dice que nuestra época es una época de la privación de Dios: Dios no se verifica más en su actuar, en su entrar en acción como ocurre en la Biblia, de modo que no se le puede discernir de aquello que es mundano. Él se ha hecho anónimo, y teólogos como Balthasar y Rahner están de acuerdo con dicha afirmación. Tal situación constituye para los creyentes una gran dificultad. «Dios» como diría Simone Weil no es el dios Zeus de los griegos ni el dios Jupiter de los romanos; no puede ser manipulable, ni objetivable, ni reducido a un marco de creencias institucionales. 

     Nuestro mundo es un mundo sin estructura, afirma Salmann, es decir no jerárquico, un mundo no caracterizado por diferencias esenciales, se vive, por decirlo así en la noche del agnosticismo, y lo más importante es que debemos acoger, aprehender, integrar dicha situación en modo completamente realístico: estamos todos huérfanos de Dios, en el sentido que el Dios que nos presentan las instituciones no colma la paradoja que es ser ser humano. Muchas veces la Iglesia católica en sus documentos oficiales parece no percibir la relación entre la gente y su fe, y piensa de modo anacrónico sobre el mundo y las relaciones entre los hombres: Dios no se manifiesta más como el omnipotente, padre eterno, no más como perspectiva central, no es más una réplica de Zeus, de un dios «pagano», sino un Dios hecho palabra que lleva en su esencia trinitaria, según el autor, un amor maternal, paternal, filial: hoy en las instituciones, como es el caso de la Iglesia Católica, no han surgido desde este «Dios revelado en la cruz», pobre, débil, mendicante, trinitario, caleidoscópico, paradójico, formas de representación comunitaria: otra imagen de Dios en la institución es necesaria. Una imagen no marcada por verdades históricas, creadas por hombres, en las cuales se mezclan los prejuicios, las contradicciones, y la falta de un profundo sentido común en relación con la concepción del ser humano y su búsqueda interior. 

2 comentarios en “Elmar Salmann: «necesidad de otra imagen de Dios»

  1. ¿Alguien me podría indicar dónde localizar un libro de Elmar Salmann titulado «La Palabra Partida»? Se encuentra descatalogado, y de momento no lo veo en ninguna biblioteca. Muchas gracias.

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.